miércoles, 15 de enero de 2014


25
AÑOS DE LA CONVENCION DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS
COMPARSA NIÑA MUJER 
COLEGIO AGUSTIN FERNANDEZ SEDE B J TARDE 

 20 DE NOVIEMBRE DE 2014
CARNAVAL EPI








SEMILLEROS DE PAZ
TALLER SEMILLERO OCTUBRE 2014 SEDE B
SOMOS MEDIADORES DE PAZ
SEDE B

HOMENAJE A MAESTRAS Y MAESTROS DE DERECHOS HUMANOS, MEMORIA Y GENERO

 ORQUESTA DE BRUNO DIAZ
 18 DE OCTUBRE DE 2104

YASHAIWASI: ENTRE REALIDADES Y SUEÑOS





El siguiente es un relato en donde Yashaiwasi, quien alberga en su cuerpo una comunidad de seres humanos, se lamenta por que sufre serias lesiones que le han causado. Yashaiwasi triste, cae en un profundo sueño, en donde la magia de los sentidos evoca impulsos que inician en su cuerpo una transformación, que le hará recobrar de nuevo la vitalidad.


Hace s de 80 años, mi cuerpo ha sido testigo casi mudo del paso de varias generaciones, de seres que han vivido historias en este mi territorio, dejando huellas con su manera de relacionarse, sus gestos, sus palabras y sus prácticas. En este trayecto hay situaciones que me han venido preocupando.



Atardeciendo un día, un sonido no del todo extraño, detuvo   mi corazón   y mi rutina. Supe enseguida que el padrastro de Geraldine había sido esta vez la víctima. Se fueron del barrio. No hubo nadie que entendiese el dolor de él, confinado  a  una  silla  de  ruedas,  qupor  justicia  nhumanaempezó  dar asomos de lenta recuperación. A pesar de las duras circunstancias no tuvieron otra opción que volver.

Cotidianamente mis ojos alcanzan miradas que me acercan a lejanías de humanidad y   certezas de acompada violencia. Felipe, es amenazado por un chico de séptimo grado. Julián, fue durante muchos años ctima de matoneo; objeto de burla. En una ocasión fue empujado del pupitre que compartía con otro. Poco desps, recibió una carta cuyos remitentes, un grupo de compañeros hombres,   le decían si quería ser su novio. Ya en grado uncimo, él alistaba automáticamente una postura corporal defensiva y agresiva, ante la costumbre de sólo recibir humillaciones y ultrajes.

Gran espacio de mi cuerpo   es ocupado, casi exclusivamente por muchachos, donde las palabras toscas, imprimen s fuerza al balón durante los encuentros

deportivos;   ellos se sienten   más fuertes. Las niñas, por lo general, sentadas, alrededor de las canchas charlando,  durante los partidos,  detienen sus diálogos para volcarse al mundo masculino eactitud casi de éxtasis.

Allí mismo, para muchos la compía de los Ipods, es a veces recurrente; pretexto en algunos para presumir, pero en Adriana, compañero para disimular su soledad, siempre en un rincón del corredor oriental.

¡mo me duele mi corazón! En el diario caminar de estos seres por mi piel, muchas veces los adultos llevan su rostro adusto y marcan relaciones verticales con los s venes y los pequeños; manejan en un lenguaje implícito y explícito lejanía, distancia y desencuentros.

A puerta cerrada,  al interior de algunos de mis órganos, Lucy, el viernes pasado, en sus ojos, manos y rostro expresaba  delatador nerviosismo de principiante en las artes del timo. Dominada por Paula, sostiene un silencio cómplice ante el hurto del esfero de Laura. Frente al llamado de Oscar, el maestro, quien fue puesto al tanto  por Alexandra, aquella devuelve el bolígrafo, no sin antes decir que se lo había encontrado.

En un lugar contiguo, Iván con su mano y mente ágiles, copiaba la tarea de Jesús, orgulloso de engañar a su maestra.

Carmen, Fabio y John, con su habilidad de "escultores”,   tallaba surcos a las tablas de los pupitres, sobre los cuales no querían posteriormente escribir,  porque la superficie les  resultaba muy áspera e irregular.

Maritza, una maestra, pasa debajo del balcón del segundo piso  y siente lluvia en su cabeza o quizá un escupitajo.

Estos hechos erizan mi piel, al igual que  el  nuevo accesorio que me han puesto, un terigio   de rombos metálicos verdes que confina no sólo mi vista sino que marca mis pasos y limita los espacios,  de por insuficientes para la cantidad de seres que me transitan: discapacitados muchas veces para  compartir éste su territorio común.

Los miembros de mi cuerpo me duelen porque están aislados unos de otros, aunque tal normalidad es aceptada por ellos, minando significativamente mi dignidad.





Asomándose fuera de su piel

Estos actos insensibles a la interacción de los humanos me lastiman, pero asomándome por los poros de mi piel para observar fuera de mí, la tristeza es mayor. Cada vez que veo a mi alrededor, vuelve esa fría sensación que me recorre, la busco y no sé en qué parte de mi cuerpo habita. Es en mis pies, en mis manos, mi cabeza y mi ombligo. Me invade por momentos a tal punto que no me siento pero sí, ¡ahí  estoy!, siendo testigo de seres que reclaman por su palpitar. Me rasgan, gimen, patean, son muchas las voces que se unen: Carlos, Rafa, José, María, Jack, Anita, Lina, Roberto Álvaro, Miguel   entre muchas más. Son voces  de  colores,  con  sabor  a  tierra,  a  cerro,  a  sueños,  a  vidas  troncadas.
¡Quisiera prender luces diarias por ellos! No olvido el día de la muerte de Juan. Todos los venes salieron corriendo a dejar sus maletas en casa  y  colocarse  su camiseta negra para pintarse la cara  en el punto de encuentro, acompañando ael ritual de despedida. Pors que fue rescatado del consumo de droga, no se pudo rescatar de las estructuras que a ella le rodean.



O la trágica muerte de Rafita, otro pequeño alumno tierno y amable, quien llegaba a mediodía a pasar en mi suelo la tarde, recorriendo desde el comedor comunitario   las calles y casas vecinas, no sin antes arrancar con sus suaves manos una flor para, en un ritual diario, entregar a su profe acompañada en ocasiones del postre al que tenía derecho en su almuerzo. Cariñoso, amable, irradiaba una paz y calma hacia los demás. Era definitivamente un mediador en el aula. En situaciones probleticas de relaciones entre unos y otros, intervenía dialogando y propiciando acuerdos entre sus amigos. Su madre iniciaba esa mañana su trabajo en flores, su hermano no vendría conmigo porque no tenía plata para el transporte de la salida pedagógica, quedando a cambio del cuidado de su pequeño hermanito. Subió por la escalera del inquilinato para arreglar unas tejas rotas y coger una cometa de sueños que estaba atrapada en el tejado. Con sus cinco años no pudo manejar tal travesía y cayó al suelo muriendo ocho horas desps. Como duele, esta  y muchas otras muertes.



O el día de la marcha de antorchas en la que muchas apuestas tejidas por familias reivindicaban el territorio para manifestarse en defensa de la vida. Ochenta y siete vidas usurpadas. Como  duelen estas heridas a mi cuerpo. Es todo un PEI de la vida trazado en la calle, en la esquina, con el dolor ajeno, con panfletos estigmatizantes, con historias de grito por la reivindicación de su vida y sus derechos.

Siento ardor en mi estómago y mi corazón que me mueve a intentar levantar mi voz y  transitar las aulas y  los pasillos de las letras y el conocimiento, y  más al, por el puente, la calle, las casas. Mi voz, casi siempre enmudecida.





Las partes del cuerpo hablan



El dolor agota a Yashaiwasi por este sinnúmero de preocupaciones. Se debate sin encontrar soluciones. Una noche mientras duerme,  sueña escuchando su propia voz, hablándose, mostrándose, narrándose ¡qué son los sueños sino aquellos caminos anhelados por donde se quiere  andar! Pensó. Era claro que necesitaba un nuevo cuerpo, pero no podía ignorar su vieja y maltratada osamenta.   Así diferentes partes del cuerpo de Yashaiwasi se comunican haciendo entusiastas propuestas y respondiendo a su llamado.

Talvez la solución a mis dramas provenga del esfuerzo mancomunado de todas las partes de mi cuerpo. Trabajaré con los   humanos s pequeños, para alimentarnos de vitaminas que fortalezcan la diversidad, la familia, la comunidad, la  memoria  el  ambiente.    Estode  acuerdo  expresa  la  cabeza  con  un movimiento vertical y rítmico y propone que se deben trabajar preguntas   tan importantes com ¿quién soy yo?, ¿por qué  es importante mi familia?, ¿qué es eso del  medio ambiente?, ¿qué es lo que recuerdo de mi y de mi familia?,  ¿de nde proviene el agua que consumo?; en especial, ¿qué es la vida y por qué debemos valorarla? Estas preguntas entre muchas otras. El corazón asintiendo propon que es fundamental aprender a conocer todas las emociones y sentimientos que experimentamos para saber cómo  cuánd es que los utilizamos  y sobre  todo  mpodríamos enriquecer  la  vida  usándolas mejor, cuando nas, nos, jóvenes y adultos se relacionan entre ellos. Las piernas y los pies, con sus lenguajes particulares, señalaro caminos necesarios de construir en  donde  se tuviera en  cuenta  ques fundamental para  los seres  humanos moverse, jugar, reunirse y asociarse con otros en lugares y en tiempos en donde el respeto por los otros se vivieran mejor. Los brazos y las manos, actuando como potentes mimos, hablaron y dejaron clarísimo que se necesitaba defender la vida…la bella vida y las libertades,  como aquellas de la libre expresión, la opción sexual,  la elección del credo y la ideología; frente a lo cual el vientre aplaude y recuerda que la alimentación y la sexualidad deben ser fortalecidas en el nuevo cuerpo.

La boca, hasta el momento muda, sonríe y hace un gran ofrecimiento: sería la traductora oficial de cada parte del cuerpo, expresando lo más fiel posible sus inquietudes, evitando al ximo utilizar palabras de manera ofensiva, gestos que

pudieran hacer sentir mal a alguien o vocabularios mal intencionados que provocaran disgustos, discusiones o peleas.

Las orejas, prestando mucha atención, le piden a la traductora oficial que comunique vehementemente lo siguiente: estaremos ocupadas cuando las palabras o los sonidos emitidos para desunir, apartar, herir sean pronunciados y por el contrario nos  agrandaremos  a las palabras y sonidos que busquen mejorar las prácticas que pretendan armonizar pensamientos y acciones.

Los ojos pícaros observan el escenario y se iluminan, queriendo participar; le piden  a  la  boca  y  a  las  manos  sean  sus  intermediarios  y  comuniquen  este mensaje: estaremos   pendientes, y bien abiertos, a observar detenidamente la forma como cumplimos o no, todas estas proclamas; queremos comprender diferentes formas de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos. Miradas que borren el odio y el rencor, que mágicamente transformen los tonos grisáceos en paisajes coloridos que indiquen amor, comprensión y diversidad, que además de mirar los acontecimientos podamos observarlos para actuar sobre ellos y cambiar lo que lastime. De repente, son interrumpidos por la cabeza cuando les recuerda que para transformar la realidad, la conciencia se ofrece a construir lo que denominó: UNA MIRADA CRITICA y ACTIVA.

Las manos, en un momento de inspiración y pragmatismo comienzan a moverse freticamente de un lado para el otro, de arriba hacia abajo y con cada movimiento van dejando a su paso unas estelas finas, pero fuertes, que poco a poco forman una malla. La atención capturada de los ojos, las orejas, la cabeza, el corazón, el vientre y las piernas  inundan el lugar con una pregunta: ¿acaso nos quieren enredar aúns? No queremos mallas, ya que duelen y no permiten un movimiento genuino, dijeron.  Un pido e incomprensible  movimiento de dedos señalan directamente a la boca, quien se percata de su distraída presencia y con afán traduce el alboroto de las manos: la malla no es para enredar…es para ordenar, establecer prositos y fijar horizontes. Allí se deben colocar los compromisos y las intenciones de todas nosotras las partes del cuerpo, como una guía a la cual todos puedan recurrir en busca de orientación y en donde se organicen los sueños, a modo de ciclos y cada uno hable sobre lo que necesita y lo  que hay que hacer.  Y  counos principios  claros: SIN CUERPO  NO HAY DERECHOS, NO HAY DERECHOS SIN LOS OTROS Y LOS DERECHOS HUMANOS SE VIVEN, NO SE ADQUIEREN. Así, cimientos como la diversidad, la familia y la comunidad, la memoria, el ambiente y la acción social colectiva se robustecían cada vez s e inundaban todo el  cuerpo con nuevos alientos, en donde cada parte de Yashaiwasi comenzaba a experimentar cambios, retándole a moverse en una danza armónica y dinámica; cada parte de ellas, con sus propios ritmos y tiempos encontraban por sí mismas las maneras de dialogar con las otras.

Es increíble la imagen: las manos y los pies se fijaban en la boca y en el corazón cada vez que querían moverse;   y los ojos, los ojos se querían desorbitar de alegría cuando miraban a las orejas concentradas en todos los lenguajes que allí recién  nacían  y en  donde  escuchabaque  las  emociones  y los  sentimientos deambulaban libres y se estacionaban complacientes a la espera de ser seducidas por las manos, los pies, el vientre o hasta la fría cabeza. Todo esto era posible gracias al escenario que tejía la malla, que a decir verdad tomaba forma cada vez s de un gran espiral que envolvía el cuerpo de Yashaiwasi, permitiendo reconocerse a mismo y a su gran diversidad.

Yashaiwasi despertó del sueño con el ánimo renovado, sintiendo que n podía superar la desesperanza. Respiró profundo y le envolv la sensación de nuevos aromas. Yashaiwasi, supo que su cuerpo se componía de diversas partes llenas de talento y creatividad, que su misión a partir de ahora era la de trabajar por articularlas  e  integrarlas  entonces,  sintió  de  nuevo  fuerzas  para  abrazar  al mundo.


En Quechua, Yashaiwasi significa escuela o templo del saber.


Ruth Albarracín Barreto. Docente Grado Jardín. rutalba@gmail.com
Carolina Cárdenas Alvarado. Docente Ciencias Sociales. carol_car_alv1013@yahoo.es
Rudol Márquez Arévalo. Docente Ciencias Sociales. rudolmarquez@gmail.com
Patricia Camacho. Docente Humanidades. patriciaca_54@hotmail.com